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El Langostino de Sanlúcar es el estandarte de la cocina local, uno de los productos de renombre mundial al haber saltado las fronteras para conquistar, no solamente los paladares de los miles de turistas que visitan anualmente el municipio, sino también los fogones de chefs de reconocido prestigio nacional e internacional, quienes lo consideran un producto estrella. El Langostino es, sin duda, el rey de la gastronomía sanluqueña.
El nombre científico del modesto Langostino es Penaeus kerathurus y se trata de un crustáceo de tamaño mediano, comestible, muy apreciado y de alto valor comercial. El langostino de Sanlúcar se encuentra en aguas poco profundas del caladero del Golfo de Cádiz. La flota de arrastre del puerto de Bonanza, con 55 barcos dedicados a este tipo de arte de pesca es la principal encargada de sus capturas.
¿Qué tiene el langostino de Sanlúcar que lo hace tan preciado? Su sabor, una propiedad que le confiere su hábitat: el estuario del río Guadalquivir. Para diferenciar y distinguir el langostino de Sanlúcar de otras especies hay varias claves. Sus bigotes fuertes y robustos, que nos permitirán sujetar al preciado marisco por ellos sin que se rompan. Las manchas que presenta en el lomo. Verticales y discontinuas – lo que lo diferencia de otras especies de langostino – como el afamado tigre. Además, si nos fijamos bien, en el último tramo de la cáscara, antes de la cola, siempre habrá dos franjas, mientras que en el resto, únicamente hay una. La cola es otro de sus elementos identitarios clave: es de color azul.