Entre las sorpresas de la India destaca su sonrisa, expresión del buen rollo que viven a pesar de sus penurias materiales. Dicen que el origen hay que buscarlo en su profundo sentimiento religioso y místico. Se respira ambiente de colegas. Ya sea apretujados en la trasera de un tuk tuk, en un descanso en su camino al templo, o cogidos de la mano en el reencuentro con el viejo amigo del pueblo, o saludando al guiri hambriento de fotos y colores, posando con mirada penetrante como diciéndote. “¡ acaba ya de echar la foto”.
El hinduismo es la religión mayoritaria de la India, seguida por más de mil millones de creyentes. El Dios Supremo es Brahma, creador del Universo y que adquiere formas diferentes . Las deidades más seguidas son: Brahma, el Creador; Vishnu, el Preservador; Shiva, el Destructor; Lakshmi, la Fortuna; Krishna, morador de corazones; Ganesha, el dios de la inteligencia (cabeza de elefante); Rama, el rey-dios; Hanuman, el rey mono; Saraswati, diosa del saber; Kali, la Madre Oscura. Se les venera con mantras, canciones, rezos, rituales y ofrendas, mayoritarias en templos o en la soledad del hogar.
El templo sij de Gurudwara Bangla Sahib, en Nueva Deli, recibe cada año a millones de seguidores para darles a comer gratuitamente. El sijismo es una religión monoteísta, originaria de la región del Punjab, fundada por el gurú Nanak y se les reconoce muy fácilmente por usar siempre el turbante que recoge su larga melena. Hay millones esparcidos por todo el mundo y deben respetar las cinco kas: Kesh , barba y el pelo largo que no pueden cortarse en toda su vida; Kangha, un peine siempre a mano; Kara, el brazalete de acero colocado en la muñeca; Kachera, pantalones cortos que sirven de ropa interior y Kirpan, el puñal, símbolo de la valentía y defensa de los más débiles. El sijismo saltó a la actualidad al ser asesinada la primera ministra Indira Ghandi por dos miembros de su guardia personal como represalia de la Operación Estrella Azul, en la que el ejército de la India atacó a un grupo de militantes sij refugiados en el Templo Dorado, el santuario más sagrado del sijismo y que fue asaltado por los soldados hindús, dejando un saldo de más de 300 muertos. PEDRO PALACIOS (serculoinquieto.com)