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Desde el siglo XIII que se viene cultivando la alcachofa en las huertas de Benicarló, una hermosa localidad de la costa castellonense, en la comarca del Baix Maestrat, que comparte este cultivo con su pasión por los cítricos o por los tesoros extraídos del mar Mediterráneo. No se trata de una moda reciente o pasajera: es tal la devoción que sienten por esta hortaliza, que anualmente Benicarló viene organizando la Semana de la Alcachofa con degustaciones populares de este producto estrella promoviendo un menú en el que la alcachofa es protagonista principal que culmina con una popular “torrada” de alcachofas, asadas sobre las brasas de una gigantesca hoguera. En menor cantidad, también se cultiva en las vecinas localidades de Cálig, Vinaroz y la turística Peñíscola del Papa Luna (con quien, curiosamente, Benicarló comparte estación de RENFE. Aclaro que no comparte con el herético y excomulgado Santo Pontífice aragonés)

Benicarló ha visto homologada la calidad de su alcachofa a través del reconocimiento como Denominación de Origen Protegida desde 2003 que le blinda de desalmados que intentan colar alcachofa foránea. Según los expertos en nutrición y botánica “el aspecto de la alcachofa de Benicarló es muy compacto, con una pequeña abertura en la parte superior, donde se unen las hojas de la alcachofa. Su sabor es intenso y ofrece muchas características que favorecen la digestión, ya que ayuda a digerir alimentos pesados, evitando que el hígado y la vesícula tengan que trabajar más de lo aconsejable.”

La creatividad de los hosteleros benicarlandos es tal que son capaces de cocinar las alcachofas en mil y una forma y sabor. Durante los meses de enero-febrero, hasta 40 restaurantes, bares y cafeterías intentan sorprender a los paladares más exquisitos de los vecinos y visitantes. Ahí van algunas delicatessen que se pueden degustar: Pincho de alcachofa y bacon; pincho de alcachofa con bacalao ahumado, con gambas, con queso azul; alcachofa, en rulo de cabra y cebolla caramelizada; empanada rellena de queso, bacón y alcachofa sobre lecho de mermelada de alcachofa casera; mar y tierra: alcachofa rellena de una mousse de langostino acompañado de un buñuelo de alcachofa y almendra; milhojas de alcachofa DOP Benicarló y berenjena con cremoso de AOVE (Aceite Oliva Virgen Extra) de cosecha temprana, pétalos de rosa y tempura crujiente de alcachofa sin gluten. …. Mil variaciones de sabores y texturas con el único límite de la propia imaginación. Y el matrimonio indisoluble con los langostinos, otro ilustre manjar local, es pura ambrosía de los dioses. Pero eso hablarenos otro día.

Por último, el consejo de los sabios. “Para estar seguros de que la alcachofa está bien, hay que ver su aspecto. Las hojas han de estar bien unidas, no sueltas y de un color verde brillante. Esto garantiza su frescura y la calidad, que mantiene su sabor y sus propiedades”.

El final de la historia acaba tal como no queríamos. La pandemia impedirá que en 2021 Benicarló pueda celebrar su Fiesta de la Alcachofa que ya ha sido cancelada. Pero volverá con más fuerza.