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Napoles ofrece al viajero rincones insólitos que albergan escenas irrepetibles. Es la magia de una ciudad compleja y caótica que venera a sus mitos y leyendas, entre los que destaca la memoria de Diego Armando Maradona. Cada mañana, desde cualquier hornacina de la Vía Toledo, en el corazón del Barrio Español, San Genaro, obispo y mártir, encomienda al napolitano que afronta la aventura diaria de sobrevivir.

Una de las calles más genuinas de la ciudad del Vesubio es Vía San Gregorio Armeno. Esta popular travesía ha alcanzado fama mundial porque aglutina a los mejores artesanos que ofrecen sus figuritas de barro protagonistas del “pesepri” (pesebre) navideño. La oferta dura todo el año, aunque cuando se acerca la Navidad la presencia de coleccionistas crece y se afanan en encontrar entre las estanterias la pieza anhelada. Se trata de trabajos de fina artesanía como verdaderas esculturas en miniatura. Destacan las figuras tradicionales: la cueva, la Sagrada Familia con buey y el asno en el establo, la adoración de los Reyes Magos de Oriente, sin olvidar a los pastores de la Anunciación, el río etc. Hay que destacar que la tradición ha generado unos protagonistas propios, con ADN napolitano. Así son relevantes las figuras del carnicero, el aguador y también el “pizzaiolo” que elabora la pizza. Es fácil encontrar celebritys y personajes populares del fútbol, la música o la TV en formato barro que son protagonistas de escenas, algo similar a lo que sucede con el popular “caganer”, que representa a un personaje defecando.

La estrecha calle de San Gregorio Armeno ofrece otros atractivos en forma de iglesias y palacios. Pero el culo inquieto quiere destacar la existencia de algunos pequeños restaurantes populares que ofrecen una genuina especialidad napolitana: el ragú que habitualmente está presente en un buen plato de pasta (spaguetti, macarrones.)… El ragú de carne a la boloñesa requerirá de la paciencia del cocinero en fusionar la carne picada de ternera con una salsa de tomate que haya sido reducida muy lentamente. El tomate de la Denominación de Origen de San Marzano es el secreto que nos aporta su sabor dulce, su olor penetrante y su textura sedosa. Rechace imitaciones. (www.serculoinquieto.com)