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El Greco, Goya y Zurbarán han elegido pasar sus personales vacaciones del 23 en Sitges. Parece como si el viejo Domenico hubiera querido enseñar el monumento que los sitgetanes dedicaron a su maestría  a sus colegas de oleo y pincel. Ajenos a los ajetreos y al catálogo de envidias y traiciones vividas en los pasillos institucionales, es posible aliviarse del ruido y distrutar de una tarde de arte y silencio, solo roto por el murmullo de las olas. Para acoger a tan insignes artistas, el Museo Maricel ha acondicionado un par de salas que omplemetan a las de Picasso y Rusiñol. Las mejores salas del Maricel. Sobre las olas, desde la atalaya del acantilado frente a la inmensidad del mar Mediterráneo, en un museo recoleto y mimoso, se exhiben estas 3 piezas maestras, entre una selección de obras pertenecientes a una colección privada que conforman “La Col·lecció Bertrán. La memòria d’un llegat familiar . Una rica y variada exhibición de objetos de cerámica de Talavera de la Reina configuran una exposición que es un alivio espiritual para las tardes de tórrido sol y en la que la brisa marina se agradece como si se tratara  del último suspiro.

Se evidencia el compromiso de la familia Bertán, estandarte de la burguesía catalana cultivada, con la cultura y el mecenazgo. Felicitamos al Museu Maricel por iniciar esta línea de desvelar los secretos ocultos en las pinacotecas privadas del Passeig de Gracia o de la Bonanova y que demuestran que este país siempre fue leal a a cultura y el conocimiento, aunque a veces apueste por la mentira y la deslealtad.(serculoinquieto.com)