Para entrar en Milán hay que superar un casting obligatorio de moda y estilismo. La capital de la Lombardía es el centro del negocio del lujo. La ciudad del mundo que reúne a más hombres y mujeres elegantes por metro cuadrado. Las firmas de relumbrón se suceden a lo largo del llamado “Cuadrilátero de la moda”: Vía Monte Napoleone, Vía Alessandro Manzoni, Vía della Spiga y Corso Venecia. ELa geometría del lujo, la moda y los bitcoins. Fashion en estado puro. Lujo casi insultante pero con maneras minimalistas.
Las últimas creaciones de Valentino, Armani, Prada, Gucci, Versace, Bulgari, Dolce e Gabanna, Hermenegildo Zegna, Moschino, Salvatore Ferregamo, Benetton, Fiorucci, Tod’s destacan en la gran pasarela de las vanidades que es Milán. Ropa, calzado, complementos, sastreria, sombreros, gafas, zapatillas deportivas, relojes, cosmética, etc. Todos los productos que despiertan el furor consumista de los newmillonetis, chinos y rusos especialmente. Fascinación por exhibir el logotipo de la marca, transformarlo así en un signo de discriminación y exclusión social. El club de los millonarios vivos. El paisaje urbano se complementa con damas a lo “Pretty Woman”, adictas a la American Express Centurión o tarjeta black. Milano, la capital de la gente guapa.
Entre la mística y la música. Sí, nos tropezaremos con más devoción al lujo y al buen gusto. A mitad de camino entre Il Duomo, catedral católica, y el Teatro delle Scala, catedral operística, nos tropezaremos con un complejo comercial cubierto por claraboyas de vidrio y acero. Sí, la Galleria de Vittorio Emmanuele. A los italianos la pasión por la moda, el lujo y el comercio les viene de antiguo. Este soberbio centro comercial tiene la solera que da haber sido construido en 1865 Con forma de octógono de 8 calles es un espacio vivo para observar desde la terraza del cafe Marchesi 1824, comprar discos o partituras en la tienda Ricordi, comer en Savini, tomar una copa en Campari, disfrutar en una galería de arte. Milán atrae, seduce y enamora. (www.serculoinquieto.com)
