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Es como una gran, larga cicatriz que rasga la tierra. Una venganza de los dioses. El canal artificial de Corinto (Grecia), desde 1893, une el golfo de Corinto con el mar Egeo. Gracias a este atajo en línea recta, los barcos ahorran más de 400 millas de navegación bordeando la escarpada península del Peloponeso. Es la puerta de acceso a la región de la vieja Esparta, la que abriga tesoros como el santuario de Olimpia y sus Juegos Olímpicos, Kalamata y sus cultivos de aceitunas insuperables y la ciudad de Patrás, bañada por las míticas aguas del mar Jónico.

Esta obra de ingeniería es un desfiladero artificial que tiene una longitud de 6,5 kilometros, una anchura en su parte más estrecha de 24 metros, una profundidad (calado) de 8 metros y unas paredes de 90 metros de altura sobre el nivel del mar cavadas en ángulo recto. Varios puentes lo cruzan para recogijo máximo de los turistas que inmortalizan el histórico momento. Su exigua anchura no permite la circulación en doble dirección y eopera sin esculas. Cada año cruzan este histórico proyecto del ingeniero francés Ferdinand de Lesseps (creador del Canal de Suez y con plaza en su honor, en Barcelona) más de 11.00 barcos, ahora la mayoria de recreo. Histórico fue el 9 de octubre de 2019, cuando segun cuentan las crónicas, el Braemar, de la compañía Fred Olsen Cruise Lines, logró la hazaña. Con 929 pasajeros a bordo, el navío de la empresa noruega se convirtió en el barco más grande que conseguía navegar por el Canal de Corinto, cuya parte más estrecha mide apenas 24 metros. Si bien el Baremar no es un megracrucero, pesa 24.344 toneladas brutas y suma 195,82 metros de largo. Pero, lo más importante en esta situación, es que tiene una anhura de 22,5 metros, por lo que el canal apenas quedó a 70 centímetros de las paredes del desfiladero cuando atravesó la parte más estrecha.

El canal de Corinto ha resistido todo tipo de amenazas, humanas y celestiales: la edad, el olvido, las invasiones, las guerras, batallas hasta la política de tierra quemada de los nazis batidos en retirada. Y ahí sigue, dando lustre a la historia, y gloria a los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la vieja escuela. Conserva el don especial que solo dan la edad, la tradición, el legado impagable de la sabiduría. 630 años antes de Cristo, uno de los 7 sabios de Grecia (Periandro de Corinto) ya le rondaba la idea por su cabeza. Hasta el mismísimo emperador romano Nerón viajó alli para protagonizar un simulacro de pico y pala. La magia del Canal de Corinto es única. No destaca en nada. No se trata de uno los canales más transitados del mundo (Kiel), ni es el de más valor estratégico (Suez), ni el más rentable como negocio (Panamá) y no es el que más se distingue por su longitud como el Gran Canal de la China. Es Corint. A secas. El sueño hecho realidad, desde los albores de la cultura. El culo inquieto lo ha cruzado en diversas ocasiones y a horas diversas. Siempre magnético y enigmático. El atardecer sobre sus calmadas aguas nos recuerda que las viejas obras hidráulicas o de ingeniería nos atraen como si fuéramos niños jugando con su “Meccano”. Porque total, es lo que somos.(www.serculoinquiero.com)