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Cruzando el río Matarraña, nos tropezaremos con Calaceite. Es la Franja, una tierra hospitalaria, con las alforjas cargadas de historia. Descubres rincones de película donde el Matarraña te lleva de la mano hasta descubrir Vallderobles o Vallderoures, La Fresneda, Cretas, Beceite, Calaceite, Ráfales…Pueblos pequeños de tamaño pero elevados de espíritu. Arquitectura viva, apretada Y alma sufrida. A medio camino entre Catalunya y Aragón, hermanadas por el “chapurriau”, esa lengua común que hablan comunidades acostumbradas a vivir, de tiempo en tiempo juntas y otro tanto separado que desunidas. Un lazo etéreo y ancestral las mantiene siempre fraternales y unidas por una misma manera de llamar “mare” a la madre. Y eso es sagrado.

Calaceite es un pueblo que fue refugio de artistas. Y de eso hizo marca, prestigio. Novelistas, poetas, pintores, diseñadores, traductores buscaron acogida, a finales de los años 70 del pasado siglo, y el abrigo de las casas centenarias de este pueblo de empinadas callejuelas. Casas donde vivieron y así lo proclama placas. Viejos caserones de los que crujen por la noche y se escucha el duro respirar de la edad. Es el peso de la historia, de las piedras centenarias y de los blasones que coronan los portales. O del talento de sus moradores, universales creadores de las letras y las artes. Ángel Crespo, poeta que vivió con su esposa Pilar Gómez, traductora. El escritor chileno José Donoso, autor del “El obsceno pájaro de la noche” que compartió refugio y aventuras entre Sitges y Calaceite, donde mostró sus rincones a los Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, autores del “boom latinoamericano” , explosión de una literatura deslumbrante.El escritor chileno Mauricio Wacquez y su pareja, Francesc García,. El diseñador gráfico suizo Yves Zimmermann y su esposa Bignia Kuoni,  historiadora del arte. La ceramista Teresa Jassà. Pintores como Romà Vallès, el poeta-pintor Albert Ràfols-Casamada y su esposa, la también pintora María Girona… Ramillete de talento

Calaceite ha tejido un prestigio cultural que supera la atmósfera de bohemia de sus vecinos artistas. PEDRO PALACIOS (serculoinquieto.com)