Paco Peris, entrañable compañero periodista, fue un valenciano de Gandía, tan corpulento como buena gente, con quien compartí tiempo y risas en Radio Barcelona. Si el culoinquieto fuera un nostálgico añadiría lo de “Qué años aquellos”. Finales de los 70 del siglo pasado. Primer piso del histórico edificio de la calle Caspe. Radio Barcelona, indicativo EAJ-1, la emisora casi centenaria, fundada el 14 de noviembre de 1924. Director de la emisora, Carlos Sentís Anfruns, periodista de exitosa trayectoria, había sucedido a otro legendario: Manuel Tarín Iglesias. Sentís formó un equipo de gente joven dispuesta a comerse el mundo.
El departamento de Deportes estaba segregado de Servicios Informativos, pero a pesar de la distancia se oía el rítmico teclear de las Hispano Olivetti Lexicon 450 de toda la vida. Paco Peris fue el jefe de Deportes (1974-1979) y dirigió un genuino “dream Team” de periodistas deportivos. Joaquim María Puyal, José Joaquin Brotons, Miguel Angel López (hijo del mítico “Chencho”, la voz de Castellón), Rafael Arias, Rafael Muro, Manolo Bernardos… Más tarde se incorporarían Alex Botines, Josep Boet, Isabel Bosch, Santi Carreras, Antonio Moñux… y otros nombres que desgraciadamente se han desvanecido en mi memoria.
Los viernes era un día frenético en Deportes. Los corresponsales enviaban sus crónicas previas, se especulaba con posibles alineaciones, se cerraban los últimos viajes, se revisaban los mínimos detalles técnicos de las retransmisiones, las dietas, los cupones de gasolina, etc. Y la estrella del momento: ¡¡Se efectuaban los pronósticos avant-match!!. Era muy habitual en aquel tiempo que los medios especularan y anticiparan resultados. El mago más famoso del momento fue “Pitoniso Pito”, un alias tras el que se escondía el excelente periodista deportivo Ricardo Pastor, quien durante 36 años se dedicó a pronosticar resultados y anticipar el equipo campeón de Liga, después de un complicado sistema de evaluación manual, en modo doméstico lo que hoy conocemos como algoritmos y toda la parafernalia de la inteligencia artificial.
Paco Peris, más rústico, tenía su propia varita mágica para este espacio de anticipar el resultado y que era patrocinado por la joyería-relojería El Faro de Puerta del Ángel. El sistema era muy simple. Por ejemplo, se jugaba un Valencia-Barcelona y había que anticipar el resultado posible. Frente al micrófono, el locutor con impoluta dicción anunciaba con voz grave: “Valencia”. Y sonaba un lejano CLINC. Y después anunciaba: “Barcelona”. Un par de segundos y saltaban a las ondas: CLINC, CLINC. O sea, la varita mágica anticipaba que el resultado sería Valencia 1- Barcelona 2. La onomatopeya se producía cuando Paco Peris, con un modesto bolígrafo bic cristal, impactaba sobre el borde de un vaso de agua, posado sobre la mesa del estudio, entre cables, micrófonos y varios ejemplares del “Mundo Depotivo”, el “Dicen” y el “Lean”. Esta artimaña formaba parte de los que se le conocía como la “magia de la radio”. Hoy es impensable con tanto algoritmo y transparencia. Quins temps, ¡clinc!