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“Valencia es la tierra de las flores/
De la luz y del amor/
Valencia tus mujeres todas tienen/
De las rosas el color/
Valencia al sentir como perfume/
En tus huertos el azahar/
Quisiera en la tierra Valenciana/
Mis amores encontrar”

Hoy, festividad de San José, Valencia celebra su fiesta grande, la noche que en la ciudad del Turia le pegan fuego a sus famosas Fallas y ninots y que explotan las mascletàs y, de paso, los tímpanos. El culoinquieto ha rebuscado en la memoria colectiva y ha encontrado que este universal pasodoble fue compuesto en 1924 por el maestro José Padilla, autor también de la música de “La Violetera”, y amigo de los monstruos de la canción Carlos Gardel y Maurice Chevalier. El nacimiento de esta canción tiene su miga. Triunfó en una segunda oportunidad, renació de un fracaso.

Se había estrenado en el Teatro Tívoli, carrer Casp de Barcelona, la zarzuela “La bien amada”, con escaso éxito, sea dicho de paso, por lo que muy pronto fue retirada del cartel. El periodista Rafael Brines, a quien tuve el honor de disfrutarlo como profesor en la Escuela de Periodismo de las Ramblas, recuerda con minucioso detalle cómo nació esta canción que se ha convertido en el himno laico valenciano. “Entonces me vino la artista Merceditas Serós a pedirme que le compusiera una canción para debutar en el Olympia de París. Le habían confeccionado un traje de valenciana, y quería una composición referida a esta tierra. Pero yo estaba muy atareado y no tenía tiempo; así que le dije a Pepe Prada que el preludio de zarzuela «La bien amada» lo aprovechara y «a monstruo» -que así se dice coloquialmente para componer un texto sobre música anterior- hiciera una letra valenciana. El preludio de aquella zarzuela comenzaba con las palabras «Te quiero», tres sílabas que se ajustaron al nombre de Valencia y que quedaron perfectas. Y de ahí surgió el resto, dedicado a la luz, a las flores, a la mujer, al amor”.

El pasodoble tuvo un gran éxito. La cupletista estrenó su traje de valenciana y se llevó la fama. La canción resiste el tiempo y perdura tal como se ha cantado a lo largo de casi 100 años, rindiendo homenaje a la mujer valenciana. (serculoinquieto.com)